Queen - The Show Must Go On
El tema
empezó por quedar un día para ir al cine mis amigos y yo. Éramos 5.
Aprovechando que cerca del cine vivía la chica que me hacía tilín, propuse de
pasar antes a que se conocieran. Todo fue lo que yo entiendo por normal:
saludos, presentaciones... Nada del otro mundo. Pero, después de haber visto la
película, una vez en casa chateando e intercambiando impresiones, uno de mis
amigos me comentó qué pensaba de esta chica, a lo que yo, por un sentimiento
de... no sé, ¿lealtad? ¿fidelidad? ¿confianza? se lo hice saber a ella. Algo
que a mi amigo no le sentó nada bien.
A la mañana
siguiente, escuchando mi discman como de costumbre, ya noté cierto resquemor
hacia mí. Total, que se decidieron por hacerme el vacío. Los primeros días no
me gustó, claro está, y me costó mucho aguantar los ánimos. Estaba bastante
hundido, la verdad. Pero aprendí a aparentar lo que aparento ser hoy, que
remedio. Me introvertí tanto que incluso me cuestioné muchas de las decisiones
que había tomado desde hacía años. ¿De verdad era yo el culpable en aquella
situación? ¿Si eran mis amigos, por qué me lo hacían? ¿Cómo se sentiría alguien
en mi misma situación? Y ésa se convirtió en la pregunta clave...
Años atrás
me sentí traicionado por un hecho que realmente ralla lo insignificante. Pero
fue el propio hecho lo que me hizo reaccionar. Un compañero me había pedido un
disco para el ordenador y yo se lo dejé sin problemas. Cuando me lo devolvió me
di cuenta que ese disco tenía un virus y, enterándome más tarde que se lo había
grabado, pensé que fue él el que metió el virus. Fui un ignorante. No fue él,
claro, pero pensando que sí y que se lo había copiado, me afectó tanto como
para sentirme traicionado. ¿Por qué no me dijo que se lo iba a grabar? Se lo
hubiera dejado igual. Así que me enfadé mucho con él y su amigo, que también
sabía el secreto de la grabadora.
Y no sé si
será verdad o no, pero creí haber influido en sus amistades, pensé que tanto
como ahora estaban influyéndome las mías. Y me sentí mal, muy mal, por lo que le
había podido hacer a aquel amigo. Y así llegué a la conclusión de que aceptaría
el vacío. Sufriría lo que le había hecho sufrir a él. Debía hacerlo para
limpiar mi conciencia y aceptar la culpa.
Sinceramente,
no sé si fue buena o mala idea seguir este planteamiento. Está claro que me
hizo cambiar mucho, pero también creo que fueron los cimientos que levantan los
valores que tengo hoy en día. Dicen que los cambios son buenos, pues yo creo
que no todos...