viernes, 29 de abril de 2011

Ida y vuelta al infierno (parte tercera)


The cranberries - Empty (No Need To Argue)




En esta época vivía puerta con puerta con mis mejores amigos: Arturo, Juanito y Raquel. Me había criado con ellos desde los 3 años. Íbamos al mismo colegio, comíamos en su casa (incluidas sus primas) y al volver del cole me quedaba con ellos hasta la noche. Aún hoy en día son poco más que hermanos y he comprobado que pase el tiempo que pase sin verlos, al volver no se ha perdido nada. 

Ésta era la parte buena, pero por otro lado no era tan fácil. Dormíamos mis padres y yo en una sola habitación: uno en una cama y los otros dos en un colchón en el suelo. Además iba a un colegio nuevo, con gente más espabilada que mis antiguos compañeros, por lo que me cerré un poquito, para que negarlo. Puede que todo este tema haya sido bastante trascendental, no lo sé, la verdad.

   Por aquel entonces hubo una canción que se hizo famosa por un anuncio de Coca-cola en la tele. Me encantaba aquella canción y, por azares, mi tío tenía acceso a aquel disco y se ofreció a grabarme una cinta. Y así fue como conocí a The Cranberries. Cada noche, cuando me acostaba, me ponía la cinta en el walkman, sin saber cuál era el principio del disco, y me dormía escuchándolo...

martes, 26 de abril de 2011

Ida y vuelta al infierno (parte segunda)


The cranberries - Ode To My Family (No Need To Argue)




Resultó que mi madre no tuvo un accidente, más bien un accidente tuvo que ver con mi madre. Y con mi padre. Y conmigo. Cuando llegamos al bloque estaba impaciente por subir, estaba preocupado por mi madre, la verdad. Y cuando llegué, oh sorpresa, me encontré a mis abuelos, a mis yayos y a mis padres. Todos sanos. El problema era el piso. Aquel no era mi piso, era como entrar en un túnel. Estaba todo negro, el comedor lleno de agua, una pared negra donde antes estaba el mueble, medio sofá,  el acuario reventado y todos los peces hervidos... Y todo lleno de escombros. Recuerdo que entré en la habitación de mis padres con mi madre y al ver que la cama estaba destrozada me derrumbé. Empecé a llorar y le pregunté a mi madre "¿Y ahora dónde vamos a vivir?" Mi madre me abrazó y me dijo "Ay cariño mío" mientras sonreía apenada. 

Acabamos viviendo unos meses en el piso de mis abuelos. Mi abuelo Pedro, un hombre bajo, de espaldas anchas y un bigote característico, de una primera impresión imponente pero muy entrañable después. Mi abuela Ana, también baja, con un sentido del amor muy protector, que cada vez que me ve me dice lo muchísimo que me quiere. También se complementan, como mis yayos. Imagino que por eso habré salido equilibrado...

jueves, 21 de abril de 2011

Ida y vuelta al infierno (parte primera)


The Cranberries - Zombie (No Need To Argue)




"Mamá, cuando vuelva de las colonias quiero que me traigas un regalo chulo, ¿vale?" Eso le dije a mi madre antes de coger el autocar con mis compañeros.

Era 4º de EGB, el último año en esa escuela, ya que cerraban por falta de dinero. Y me parece normal contando que sólo habían 15 niños por curso. Era la Academia Llull, justo donde hace unos años pusieron un Consum. Aún hoy se ven canastas en el patio de encima.

Iba a ser un cambio grande, de una escuela de 15 niños por curso a otra de 60. Y encima yo nunca he tenido mucho don de gentes. Para qué engañarnos, soy muy tímido, y en aquellos años lo era hasta el extremo. Además, aquí se empezó a gestar mi trauma al vómito: en clase una niña vomitó y el chapoteo de su estómago con las racholas del suelo me atravesaron por dentro hasta el infinito. Tres días después un compañero del fútbol hizo lo mismo pero en el campo de tierra. Y a los pocos días me tocó a mí expulsar, en dos tandas, una ensaladilla rusa apenas masticada... ¿Desagradable? Yo diría que traumático, pero son matices. ¿Y por qué suelto esto ahora? Porque sí, en el viaje de colonias me senté con... ¿adivináis quién? Exacto, el único que se mareó y vomitó en el autocar.

Y volviendo al tema de las colonias, o más bien, volviendo de las colonias, ¿a que nunca adivinaríais el regalo que me trajo mi madre? Pues cuando llegué y bajé del autocar me encontré a mi abuela. "Tu madre no ha podido venir, que ha tenido un accidente"...

martes, 19 de abril de 2011

1, 2 y 3, yo me calmaré. 4, 5 y 6, todos lo veréis.


Gavin Friday, Bono - In The Name Of The Father




No sé si alguna vez habéis sentido esa rabia sorda, normalmente traída por la injusticia, que poco a poco se te va metiendo dentro. Primero la pierna no deja de moverse arriba y abajo. Aprietas la mandíbula. Notas cómo se hicha la ira en el pecho, y echas el aire que se te va acumulando por la nariz. Te frotas las palmas de las manos con los dedos. Empieza a arrugarse el ceño. Y de repente llegas a un punto muerto. Tienes toda tu rabia acumulada pero eres incapaz de explotar. Quieres explotar, pero algo te frena. Pasa un rato y sigues igual. Y, de repente, algo te dice "¿Para qué?". Es una bofetada que te despierta. Y empiezas a verlo todo más claro. Sabes que, si explotas, más tarde te arrepentirás. Así que aflojas, te tragas toda es ira, la engulles. Y esperas haber acertado...

domingo, 17 de abril de 2011

Nana de domingo


The Cure - Lullaby (Disintegration)




Me despierto. Abro los ojos y veo mi habitación. Las paredes están pintadas con figuras, figuras que conozco por los dibujos. Al fondo un armario grande, muy grande, lleno de ropa. Justo encima de mí hay un estante, a lo alto, lleno de muñequitos. Oigo un sonido a lo lejos, un ritmo, una melodía, una nana. Abro la puerta y entra la luz por el pasillo. Es domingo y huele a rustido. Me gusta. Poco a poco me acerco al comedor. Allí entra toda la claridad del día. Hay un mueble de madera que ocupa toda la pared. Una tele, una enciclopedia, un acuario... todo encima del mueble. Justo enfrente un sofá de color crema, con una rinconera. Entre ellos una mesita de cristal, y entre ésta y la ventana, una mesa redonda de madera. Por allí mi padre, mirando y escuchando sus discos. Me gusta. Aparece mi madre por la cocina, y con ella el olor del rustido. Me da un beso de buenos días y me dice que me lave la cara. Me gusta. Es un domingo cualquiera. Y me gusta...