domingo, 15 de mayo de 2011

Interludio






Recapacito en muchos momentos. Pienso, doy vueltas sobre mí. Mastico pensamientos y muchas veces llego a atragantarme. ¿Soy el único? Para nada. Sé que todo el mundo lo hace y a todo el mundo le pasa. Pero entonces, ¿por qué no avanzo? Tal vez por eso recuerdo todos estos momentos. No me considero dramático, más bien todo lo contrario, llevo las cosas con naturalidad. Al menos con toda la naturalidad que puedo, porque soy un vórtice de emociones. No las expreso, me aterra expresarlas, pero las que parecen más pequeñas pueden estrellárseme durante días. 

Siempre me han llamado la atención las expresiones humanas, las reacciones a causas. A menudo hago mis experimentos, simplemente hago saltar una sutil chispa para ver la cadena de reacciones que eso puede llevar. ¿Soy entonces un manipulador? Y quién no, en mayor o menor medida. Pero no me considero como tal, más bien lo considero un juego. No voy cambiando las cosas a mi voluntad, ni mucho menos, pero sí empiezo a entender muchos comportamientos, y con ellos las causas que los generan. 

Esa es la base de mi carácter: la comprensión. No me considero culto. Ni domino ningún oficio, ni siquiera para los que he estudiado. Ni soy un portento físico. Ni soy un triunfador. Soy un ancla. Una constante. Sé escuchar aunque no tenga los conocimientos. Sé comprender aunque no haya pasado por lo mismo. Sé dar confianza aunque yo no la tenga. 

Y todo esto me lleva a un punto: todo el mundo cree que Antonio es un chaval muy majo. Pero no todo el mundo comprende las reacciones que eso conlleva...

2 comentarios:

  1. estas intentando comprenderte? que profundo! casi nunca se consigue que lo sepas...(eso si que lo he estudiado yo). Nos emperramos en darle vueltas sin sentido a todo... el comportamiento humano es asi de simple y complejo a la vez.

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  2. lo mejor que has escrito y de lo mejor que he leído en mucho tiempo.

    Por cierto eres mi "constant"

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