Cuando los reyes comen huevos

Peter Gabriel – Steam (Us)

Mi padre empezó a enseñarme a jugar al ajedrez con 7 u 8 años, pero básicamente las primeras nociones. Y nunca se me ha dado demasiado bien, la verdad. Teníamos un tablero de esos electrónicos, de los que van con lucecitas y hacen ruiditos, y me llamaban más la atención las figuritas que el juego en sí.

De vez en cuando le veía echar alguna partida contra el aparato, cosa que se volvió a repetir cuando tuvimos un sólo ordenador decente y queríamos usarlo los dos. “Cuando seas padre comerás huevos” me decían. Total, que acababa cenando un bocadillo mientras veía como jugaba. Y la cosa es que no me desagradaba, era como ver la tele pero un canal donde si lo dejas una hora no ponen ni anuncios, ni gentuza, ni mierdas. Y encima te gusta…

"Me guhta er fúrbol..."

The Waterboys – New Life (Dream Harder)

El fútbol, de pequeño, me molaba. Pero hasta cierto punto. Me explico: me gustaba ver Oliver y Benji, me gustaba ir a ver a mi padre jugar, incluso me gustaba darle patadas a un balón, pero cuando empecé en un equipo todo eso no me serviría de nada. El primer día que me presenté, con 7 años, me tocó un entrenador que no paraba de gritar. Y a mí que no me gusta que me griten ahora, imaginaos con 7 años. Total, que haciendo ejercicios nuevos con el balón, rodeado de niños que no conocía y un entrenador que no paraba de gritar, acabé llorando. Igual que en el segundo entrenamiento, pero en ese puede que se debiera más por un despeje hacia mi cara que por otra cosa.

Pues no, ese fútbol no gustaba. No me gustaba nada. No lo entendía. Tal era mi ineptitud que el primer partido que salí a jugar (de reserva, por supuesto) me lo pasé corriendo de una punta a la otra del campo, sin prestar atención al balón. En el segundo ya me enseñaron que cubrir al contrario por detrás no es lo mismo que dejarle pasar con el balón y seguirle. Y así sucesivamente…

Vídeo extra: 

Bicicletea!

Orquesta Mondragón – Viaje Con Nosotros (Bon Voyage)

Érase una vez, en casa de unos yayos, un niño que pasaba las vacaciones de verano. Este niño, llamémosle “A”, vivía feliz y despreocupado estos tiempos. Llegaba temprano, antes de las 8 de la mañana, y seguía durmiendo en una cama para los invitados. Por la mañana, cuando todos se levantaban, desayunaban tostadas y su yayo lo llevaba al parque de la Guineueta, donde A jugaba a pelota o hacía el mono. Cuando volvían a casa al medio día, su yaya les llamaba a comer, más bien les gritaba, con un torrente de voz aguda que el niño no dudaba en obedecer. En la cocina se encontraban los 3: el yayo (Pedro), la yaya (Josefa) y A. Comían judías con patatas hervidas y hamburguesas. Los mejores días había porra (salmorejo). Después de comer, A y su yayo se sentaban a ver el “No te rías que es peor” hasta que caían los dos dormidos.

Más adelante, su yayo le compró su primera bicicleta, una BH azul, para aprender a llevarla. Cuando A aprendió lo suficiente, se iban él y su yayo, cada uno con su bici, a pasear por Can Dragó. Conforme A dominaba cada vez más el manejo de su bici, se lo iba demostrando a su yayo, incluso llegaban a separarse algunos ratos para ir cada uno por su cuenta.

Eran tiempos felices y despreocupados, y hay muchas cosas que se echan de menos…

Elijo la 3

The Smiths - What Difference Does It Make? (Best…I)

“Esta canción es muy buena, ¿te gusta?” me dijo mi padre haciendo referencia a This Charming Man. “Sí. ¡Pero mi favorita es la 3!”. Y así sigue siendo. Mi padre iba pasando una a una y me preguntaba si me gustaban. Evidentemente no todas me gustaban, es más, en aquella época solo me gustaban 3. La tercera en discordia luego la reconocería en una serie de televisión…

¿Será verdad?

David Bowie – The Real Cool World

Bowie es un maestro, eso es innegable, y en mi casa tiraba bastante. Fue la primera canción que escuché de él y hasta hoy una de las que más me gustan.

Cuando sonaba esta canción recuerdo que siempre cogía la caja del CD y me quedaba mirando el libreto. Me fascinaban los dibujos que salían: unos monigotes de formas y colores extraños, algunos más siniestros que otros y, cómo no, Holli Would. Realmente es una banda sonora que me gusta casi al completo, pero viendo las canciones puede que le extrañe a alguien. A mí también, la verdad, pero me imagino que los sonidos distintos a los habituales y el que la recuerde de pequeño tendrá algo que ver…

Ctrl, Alt, Supr

REM – Radio Song (Out Of Time)

Con REM de banda sonora llegaba la época en que empezaba a trastear con el ordenador. Y digo trastear porque no lo llegaba a entender del todo y me dedicaba a jugar a los juegos que me ponía mi padre, que eran de lo más simple: un karateka dando leches, un coche en una carretera sin fin, un bárbaro que se dedicaba a saltar al más puro estilo Super Mario…

Y así pasaba yo los ratos, con Radio song, con Losing my religion o con Shiny happy people, pegándome mis primeras viciadas…